Marketing sensorial: claves para una estrategia de marca
El marketing sensorial irrumpe para detener el scroll y activar los sentidos en una sociedad focalizada en una pantalla con miles de estímulos efímeros. Descubre las claves del marketing sensorial para que tu marca llegue para quedarse en la memoria de los consumidores.
¿Qué es el marketing sensorial?
El marketing sensorial es una estrategia que utiliza varios sentidos —vista, oído, olfato, gusto y tacto— para conectar con el consumidor e influir en su percepción.
Este tipo de marketing se centra en generar experiencias emocionales que favorecen el recuerdo y el deseo hacia una marca o producto. Funciona como un complemento para transmitir lo que el texto o las imágenes no alcanzan a expresar: calidad, sensaciones, valores, personalidad, atmósferas…
¿Qué es una estrategia sensorial?
Una estrategia sensorial es básicamente cuando una marca usa más de un sentido para conectar contigo. No se queda solo con lo visual (como una imagen bonita o un logo llamativo), sino que también suma sonidos, aromas, sabores o texturas para crear una experiencia más completa.
El objetivo de todo esto es que, al estimular varios sentidos al mismo tiempo, te acuerdes más fácilmente de la marca o el producto. Por ejemplo, una tienda que siempre huele igual o un anuncio con una canción pegajosa. Son pequeños detalles que se graban en la memoria y te hacen identificar la marca casi sin pensarlo.
Claves para diseñar experiencias de marketing sensorial
1- Activa el tacto desde el primer contacto
El sentido del tacto es el que más influye en la percepción de calidad. Lo que se puede tocar se percibe como más real, más auténtico, y se recuerda y valora mucho más.
El tipo de material, los acabados o los papeles creativos transmiten sensaciones con connotaciones asociadas.
2- El soporte es parte del mensaje
Elige los materiales con intención, no te bases únicamente en aspectos estéticos y funcionales. Cada material transmite algo distinto. El cartón, por ejemplo, habla de sostenibilidad; la madera, de calidez y cercanía. El dibond (ese material metálico y rígido) da sensación de seriedad y calidad. Un papel con textura tipo tela (como el marcado a fieltro) se siente más natural, mientras que uno con líneas finas (verjurado) suena a tradición y prestigio. Y si el papel tiene relieve (gofrado), da una imagen de diseño cuidado y con mucha personalidad.
3- Sube el volumen
Las piezas planas no emocionan, esto es así. Piénsalo, un papel sin ninguna magia es fácilmente sustituible por una pantalla, aunque el mensaje impreso obtenga más relevancia por eso de no compartir protagonismo con 14738 estímulos más.
Sin embargo, los acabados con volumen o relieve son capaces de transformar un papel impreso en algo único. Eso sí, hay que conocer cada uno de los acabados de impresión para elegir el que mejor se asocie con tu marca o con un determinado producto.
4- Una base de coherencia
Un acabado sensorial solo funciona si es coherente con el contenido y la identidad de marca. No se trata de meter un acabado con calzador, sino de integrarlo como parte del mensaje.
5- Atención al detalle
Igual te estás imaginando una súper campaña con focos, música y un despliegue tremendo. Pero a veces, un detalle pequeño y bien pensado dice mucho más. Un estampado con textura en soportes publicitarios para elevar la percepción de la marca… No se trata de gastar más, sino de usar los sentidos de forma estratégica.
A veces, una pegatina promocional, un display publicitario o un catálogo conectan mejor con el consumidor que un anuncio súper elaborado.
Las marcas necesitan un logotipo, publicidad online, pero también generar experiencias. Y si esas experiencias activan los sentidos, su mensaje se vuelve eficaz y duradero. ¡Descubre todo lo que puedes hacer!
Descubre cómo aplicar estrategias sensoriales con materiales, texturas y acabados que activan los sentidos.
